Dice un conocido refrán que “los frascos pequeños esconden las mejores esencias” y así debe ser, pues este sorprendente FIAT Panda 4×4, del que ya os hemos ofrecido la primera parte de nuestra Prueba a fondo, encierra en sus poco más de tres metros y medio de longitud un auténtico mata-gigantes cuando de sobrevivir en el ámbito urbano o en las adversas condiciones invernales se trata.
Equipamiento
No está nada mal provisto este Panda 4×4, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un pequeño modelo urbano y el precio-base a desembolsar si queremos adquirirlo.
El equipamiento de serie cuenta con elementos tales como:
- Asientos posteriores con apoyacabezas.
- Radio-CD MP3.
- Cierre centralizado con mando a distancia.
- Climatizador manual.
- Elevalunas eléctricos delanteros.
- Rueda de repuesto de emergencia.
- Sensor de temperatura externa.
- Servodirección eléctrica Dual-Drive.
- Volante regulable en altura.
- Neumáticos de invierno.
- Barras longitudinales en el techo.
- Molduras de protección lateral.
- Paragolpes pintados en el color de la carrocería.
- Espejo de cortesía del conductor.
- Toma de corriente de 12 voltios en la zona de carga.
- Cubiertas de los retrovisores en el color de la carrocería.
- Espejos eléctricos y desempañables.
- Llantas de aleación de 15 pulgadas.
- ABS
- Airbag del conductor.
- Airbag del acompañante.
- Airbags de cortina.
- ESP (Control de Estabilidad).
- Tracción 4×4.
- Start&Stop.
- Luz en el maletero.
- Parasol del lado del pasajero con espejo.
- Tiradores de puertas en el color de la carrocería.
También contamos con la presencia de un navegador externo, firmado por TOMTOM, que dispone de un soporte en la parte superior del salpicadero, aunque su ubicación disminuye sensiblemente la visibilidad delantera. Su funcionamiento es francamente bueno y, además, contaremos con un sistema de navegación que podremos utilizar también como peatones o llevárnoslo a casa para actualizarlo en nuestro ordenador.
Aunque no es menos cierto que hay algunos elementos que deberían estar disponibles, aunque fuera como opción. Es el caso de los elevalunas de las puertas traseras o los sensores de luces y lluvia cuya ausencia es más llamativa cuando, por ejemplo, sí está disponible un dispositivo como el City Brake System que, mediante una cámara, detecta la inmediatez de una colisión, por debajo de 50 km/h, frenando automáticamente el vehículo.
Podemos comprar un FIAT Panda desde tan sólo 8.874 €, del 1.2 Pop 69 CV (gracias a las diversas ayudas gubernamentales y de la marca italiana), aunque la versión 4×4 está disponible desde los 14.550 €, del Panda 4×4 0,9 85 CV TwinAir.
En el caso del Panda 4×4 1,3 75 CV diésel podemos adquirirlo desde 15.331 €, pero la unidad probada contaba, adicionalmente, con el siguiente equipamiento:
- Color Verde Toscana —– 322,00 €
- Pack Flex 5 plazas —– 535,00 €
- 3 cinturones traseros, 5 plazas y 3 reposacabezas traseros.
- Asiento del pasajero abatible y convertible en mesa.
- Asiento del conductor regulable en altura.
- Kit fumador.
- Kit confort.
- Pack Tecno —– 535,00 €
- Mandos en el volante (10 botones).
- Blue & Me 2.
- Personalización del idioma Blue & Me al español.
- Luz de cortesía con temporizador.
- Faros antiniebla —– 161,00 €
- City Brake System (Mitigación de Colisión) —– 270,00 €
- Climatizador automático —– 322,00 €
Por lo tanto su precio sube hasta los 17.476 €, una vez aplicados los descuentos (2.318 € como promoción del coche y 303 € como promoción del equipamiento opcional). Un coste final contenido para lo que es capaz de ofrecernos este singular modelo.
Motor
El FIAT Panda 4×4 puede montar dos propulsores diferentes: bien la variante TwinAir de gasolina, con tan sólo 2 cilindros y 875 cc, que rinde 85 CV; o también, como en el caso de la unidad probada, el conocido MultiJet, alimentado por gasóleo, de 4 cilindros y 1.248 cc, que gracias a la sobrealimentación y a la gestión electrónica es capaz de ofrecer una potencia de 75 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 190 Nm a 1.500 rpm.
Sus prestaciones son francamente modestas, a pesar de tener que mover unos no excesivos 1.115 kg en orden de marcha, logrando una velocidad máxima de 159 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en unos eternos 14,5 segundos.
Pero sinceramente no creemos que nadie se compre este modelo con la finalidad de marcar el mejor tiempo en su tramo favorito de carretera de montaña, más bien al contrario, y en ese caso se muestra suficiente para llevarnos, casi, al fin del mundo. Sobre todo porque nos encontramos subidos a un modelo bastante frugal en lo que a consumo de combustible se refiere, con unas cantidades homologadas de 5,0 l/100 km en el ámbito urbano; 4,6 l/100 km en los recorridos interurbanos; y 4,7 l/100 km como consumo mixto.
Nosotros obtuvimos un consumo medio de 5,5 l/100 km, lo que no está nada mal, sobre todo porque las condiciones distaron mucho de las casi idílicas en las que se realizan las pruebas de homologación. Lo que supone que, a pesar de los escasos 35 litros de capacidad de su depósito, la autonomía ronda los 600 km. Las emisiones de CO2 se conforman con 125 g/Km.
Comportamiento
Como todo buen utilitario que se precie, comenzaremos analizando su comportamiento en el entorno urbano. No hay que olvidar los orígenes de este modelo y, por tanto, es en este ámbito donde el pequeño Panda se mueve como pez en el agua.
Si a ello le sumamos la altura ligeramente superior sobre los FIAT Panda más convencionales, unas suspensiones algo más cómodas a la hora de pasar por los baches o los guardias tumbados gracias a su mayor recorrido, un eficaz sistema Stop&Start (aunque hay que accionar a tope el embrague para que el coche vuelva a arrancar…) y, sobre todo, un volante grande y una servodirección eléctrica Dual-Drive que simplemente pulsando un botón se vuelve mucho más suave, entonces nos encontraremos ante el vehículo ciudadano “casi perfecto” porque, además, se puede aparcar en prácticamente cualquier sitio…
Si proseguimos la marcha y enfilamos alguna carretera nacional, y más si esta es de montaña, el pequeño Panda continuará mostrándose como un modelo de conducción intuitiva y fácil. El motor responde de forma muy lineal y si mantenemos una conducción fluida, sin fuertes aceleraciones y frenadas, entonces podremos lograr unos promedios medianamente aceptables. Los frenos gozan de un notable poder de detención, estando formados por discos ventilados delanteros, con un diámetro de 257 mm, y macizos traseros, con 240 mm de diámetro, que se muestran sobrados para detener los poco más de 1.100 kilos que pesa este modelo. Los neumáticos M+S con los realizamos la prueba no presentan excesiva deriva y agarran en seco por encima de las posibilidades dinámicas de este modelo.
Sólo si avivamos el ritmo, entonces sale a relucir su corta distancia entre ejes, con unas reacciones que se vuelven menos progresivas, lo que junto a una mayor oscilación de la carrocería repercute en que acabemos aflojando el ritmo.
Otro cantar es cuando la carretera se encuentra no sólo ya mojada sino, por ejemplo, nevada. Aquí el pequeño vehículo italiano se transforma. La tracción 4×4, el escaso peso, las eficaces gomas y el motor forman un conjunto que nos permitirá llegar donde otros modelos tendrán serias dificultades en avanzar o, directamente, se tendrán que dar media vuelta. Resulta pasmoso lo bien que se desenvuelve en estas condiciones, tal y como vimos en el vídeo de la primera parte de esta prueba. Por tanto no es de extrañar su proliferación en poblaciones de alta montaña, con carreteras estrechas, serpenteantes y con un clima extremo durante gran parte del año.
Si posteriormente tenemos que recorrer un largo trecho por autovía o autopista, es cuando el FIAT Panda se notará más a disgusto. No porque lo haga mal, pero no es su ambiente. El pequeño motor va siempre forzado (más si circulamos con 4 personas a bordo y el equipaje que cabe en el maletero) al disponer la caja de cambios tan sólo de 5 relaciones. Esto hace que el propulsor a 120 km/h, con la quinta marcha engranada, funcione a no menos de 3.000 rpm, con el consiguiente aumento de consumo y también de ruido, que se transmite claramente al interior. Además, en este tipo de vías, tanto por su mayor altura (que, sin embargo, resulta beneficiosa en ciudad o campo) como por las suspensiones más blandas, tienen como contrapartida que el viento lateral hace notar más su presencia, manifestándose en ligeras imprecisiones de la dirección y una trayectoria algo errática. Con lo que los largos desplazamientos acaban convirtiéndose en un trámite ingrato.
Pero si cómodo se encontraba en la urbe, no menos lo estará en cuanto circulemos con él fuera de los tramos asfaltados… Y es precisamente en los terrenos más complicados donde los recortados voladizos le confieren unos buenos ángulos característicos (21º de ángulo de ataque y 36º de salida, además de 20º de ángulo ventral) que, gracias a las contenidas dimensiones antes mencionadas, al poco peso, a la efectividad del sistema de tracción total, los neumáticos M+S que le otorgan una gran motricidad y al no menos voluntarioso propulsor diésel, nos permitirá pasar por sitios inimaginables.
La tracción total del pequeño Panda está basada en un sistema de transmisión tipo “Torque on demand”, es decir, que sólo se activa cuando es necesario (aunque se encuentre pre-engranada). El resto del tiempo circularemos únicamente con tracción delantera. Además cuenta con una emulación de bloqueo de diferencial, denominado ELD (Electronic Locking Differential), que no es otra cosa que una función adicional del ESC (Electronic Stability Control), que frena la rueda que pierde tracción transmitiendo el par a la que está en contacto con el suelo, lo cual nos permitirá, por ejemplo, arrancar sobre superficies deslizantes de fuerte pendiente.
El único problema aquí viene porque, aunque la primera velocidad es corta, el motor prácticamente “no existe” por debajo de las 2.000 rpm, por lo que hay que revolucionarlo por encima de esa cifra para poder subir con cierta solvencia pendientes pronunciadas. Nos encantaría poder probarlo con una caja de cambios de 6 velocidades, en la que se podría poner un desarrollo aún más corto en la primera velocidad y contar con una sexta velocidad de desahogo, de forma que se reduciría todavía más el consumo de combustible, además de la sonoridad a velocidades de crucero por autopista y autovía.
Como lo prometido es deuda, y para que veáis que es absolutamente cierto todo lo que os hemos contado, aquí va el segundo vídeo del FIAT Panda 4×4, en esta ocasión desenvolviéndose con una facilidad pasmosa en la pista de pruebas de la firma italiana:
Veredicto de Coches.com
Nos encontramos ante un vehículo francamente sorprendente. Ideal como segundo coche en aquellos lugares del norte de nuestro país (o en zonas de montaña) donde las condiciones climatológicas sean adversas gran parte del año. Nos podremos mover con total seguridad por carreteras nevadas, caminos de tierra o incluso pistas más complicadas si tenemos necesidad de ello. Llegaremos a lugares a los que incluso modelos calificados como todoterreno, que le duplican y hasta triplican en precio, tendrán serias dificultades en poder acceder.
Además si en algún momento tenemos que bajar a la gran ciudad no le haremos ascos pues dispondremos de un modelo utilitario que se desenvuelve a las mil maravillas en la urbe, con un consumo contenido, resultando fácil de aparcar. Y todo ello por sólo algo más de 15.000 euros. ¿Entendéis ahora el porqué de su popularidad en ciertos entornos?
Si requerís de un vehículo que cubra este tipo de necesidades, el FIAT Panda 4×4 puede ser una muy buena opción y estamos seguros de que no os defraudará. Siempre podéis encontrar el mejor precio disponible, para éste y otros modelos, en el buscador de Coches.com, aparte del seguro idóneo a vuestras necesidades.
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