Hay mil y una formas de cargar el maletero del coche, pero en ocasiones, por más capacidad que tenga el cocfre de tu vehículo, te verás obligado a transportar bicicletas, embarcaciones y quién sabe qué más en el techo del coche. Si eres de esos cientos de personas que utilizan bacas, es probable que durante el viaje te vayas preguntando si toda esa impedimenta que cargaste antes de partir continúa ahí arriba. El problema es que no hay manera de verlo sin parar y salir del coche… a menos que tengas un RoofScope, claro.
El RoofScope no tiene demasiados misterios. Se trata de un espejo de gran angular que se fija en el capó de su coche con una ventosa de vacío. Una vez anclado, solamente hay que colocarlo de manera que permita ver la carga en la azotea desde el asiento del conductor. Luego se bloquea en esa posición y listo. Se acabó lo de echar ojeadas a la sombra o al reflejo de su coche en las ventanillas del resto de vehículos o inclinar uno de los espejos retrovisores exteriores hacia arriba (que no funciona, por cierto).
Según indican sus inventores, el RoofScope se mantiene bien sujeto y con el ángulo correcto a velocidades legales, pero no indican si supone un aumento en el consumo del vehículo por estropear su aerodinámica (más de lo que lo hace la carga en el techo, no creemos). También señalan un beneficio adicional, su presencia en el capó ayuda a que los conductores recuerden que están llevando una carga en la parte superior, lo que ayuda a no destrozarlo todo al entrar a un garaje, por ejemplo.
El RoofScope está disponible online desde enero, aunque sus diseñadores acaban de presentarlo ahora en Kickstarter para financiar la producción a gran escala de un nuevo modelo mejorado. Si los ayudas a financiarse con 30 libras (unos 37 euros) podrás conseguir uno, siempre y cuando logren el objetivo de financiación… y lo tienen algo complicado.
Puede verlo en funcionamiento en este vídeo a continuación:
Fuentes: RoofScope, Kickstarter