El Nissan Pulsar, como ya hemos visto en la primera parte de esta prueba a fondo, destaca por lo peculiar de su línea externa, más próxima a la de un monovolumen que a la de un compacto, por su sorprendente habitabilidad interior y por un maletero en el que podremos cargar sin problemas el equipaje de sus ocupantes. En la segunda entrega, que traemos hoy hasta vosotros, analizaremos como es habitual, su equipamiento, motorización y comportamiento.
Equipamiento
El equipamiento disponible es, en líneas generales, bastante completo, estando disponibles 4 niveles diferentes, que se articulan de menor a mayor de la siguiente forma:
Desde la versión más básica, denominada Visia, ya se incluye la siguiente dotación de serie:
- 6 airbags (frontales, laterales y de cortina
- ABS+EBD+ESP
- Control de crucero y Limitador de velocidad
- Fijaciones ISOFIX en plazas traseras
- Indicador de presión de neumáticos
- Inmovilizador
- Aire acondicionado
- Elevalunas eléctricos delanteros y traseros
- Asiento conductor regulable en altura
- Tapicería textil
- Volante ajustable en altura
- Volante multifuncional
- Llantas aleación 16″
- Luz de día
- Retrovisores color carrocería y regulables eléctricamente
- Manetas color carrocería
- Molduras de los contornos de los cristales cromadas
- Sistema Stop/Start
- Chassis Control: Control activo de la trazada
- Pantalla Nissan Drive Assist (Ordenador de viaje con pantalla TFT en color de 5″)
- Radio CD
- 4 Altavoces
- Conectividad iPod y Bluetooth
- Cierre centralizado con mando a distancia
El nivel de equipamiento Acenta añade sobre el anterior lo siguiente:
- Faros de activación automática y Sensor de lluvia
- Retrovisor interior con antideslumbramiento automático
- Climatizador dual (conductor / acompañante)
- Apoyabrazos central delantero y trasero
- Volante y pomo del cambio en piel
- Faros antiniebla delanteros
- Retrovisores calefactados
- Botón de arranque
- 6 Altavoces
- Llave inteligente
La línea N-Tec (correspondiente al modelo probado) suma a lo ya visto:
- Escudo de Protección Inteligente 1: Sistema anti-colisión frontal
- Control de crucero y Limitador de velocidad
- Llantas aleación 17″
- Faros LED exclusivos para conducción en carretera
- Luz LED delantera con diseño Boomerang
- Cristales traseros oscurecidos
- Cámara de visión exterior trasera
- Nuevo NissanConnect
Y, por último, el nivel de equipamiento Tekna se completa con:
- Escudo de Protección Inteligente 2: Control de Ángulo Muerto, Alerta de cambio de carril involuntario y Detector de movimiento
- Asientos delanteros calefactados
- Tapicería en piel
- Retrovisores calefactados y abatibles eléctricamente
- Cámara de visión exterior de 360º
Los precios parten desde los 19.050 € (del Pulsar Visia DIG-T 115 CV), aunque en estos momentos hay vigente una oferta especial que rebaja esa cifra hasta los 13.900 €. El acabado Acenta está disponible desde los 20.000 €, mientras que el N-Tec se sitúa en los 21.700€. Por último para hacernos con el nivel de equipamiento Tekna tendremos que desembolsar al menos 23.400 €.
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Motorización
A falta de la inminente comercialización de las versiones propulsadas por el motor 1.6 DIG-T de gasolina, con 190 CV de potencia, o del esperado Nissan Pulsar Nismo, de momento la gama de motores resulta algo limitada, con tan sólo dos opciones, una gasolina y otra diésel, contando ambas con inyección directa y sobrealimentación.
En el caso de la unidad probada optamos por la variante alimentada mediante gasóleo. Se trata del conocido bloque K9K de 4 cilindros y 1.461 centímetros cúbicos empleado en numerosos modelos de la Alianza Renault y fabricado en la factoría que la firma francesa posee en Valladolid.
Dispone de inyección directa tipo Common Rail que, ayudada por un turbocompresor de geometría variable, es capaz de generar 110 CV de potencia a 4.000 rpm y un par máximo de 260 Nm entre 1.750 y 2.500 rpm. Las emisiones de CO2 son de 94 gr/km.
Esta motorización sirve para que el Nissan Pulsar cuente con unas prestaciones simplemente correctas, como indican sus cifras de velocidad máxima, con 190 km/h o una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos.
Los consumos resultan bastante comedidos, con unas cifras oficiales que se sitúan en los 4,1 l/100 km en ciudad; 3,3 l/100 km en recorridos extra urbanos y finalmente 3,6 l/100 km en el ciclo combinado. Sobra decir que, como ocurre invariablemente en todas nuestras pruebas, estos datos son claramente optimistas, habiendo obtenido unos consumos que varían desde los 5,3 l/100 km en recorridos urbanos, pasando por los 4,2 l/100 km en carreteras y autovías, para obtener un consumo medio de 4,5 l/100 km.
Esto da como resultado una autonomía que supera ligeramente los 1.000 kilómetros, gracias a los 46 litros de capacidad de su depósito de combustible.
Comportamiento
Si por algo destaca este Nissan Pulsar es por su “carácter neutro” ¿Qué queremos decir con ello? Pues que ofrece un alto confort de marcha y, a la vez, se comporta muy aceptablemente en todo tipo de circunstancias.
El comportamiento no desmerece al de otros modelos de la competencia, aunque sus suspensiones sean menos elaboradas, contando en el eje delantero con un esquema independiente, tipo McPherson, pero en el trasero con un eje de torsión, con muelles como elemento elástico.
No obstante su tarado nos obsequia con un compromiso muy conseguido entre la suavidad necesaria a la hora de absorber baches y la contención del balanceo de la carrocería cuando avivamos el ritmo de marcha en una carretera de curvas. Claro que en ello también tiene mucho que ver la tan comentada distancia entre ejes de 2,70 metros que proporciona reacciones más progresivas, casi de berlina de segmento superior, resultando más sencillo de controlar una vez lo llevamos al límite.
La dirección también contribuye a esa sensación y, pese a ser eléctrica, y mostrarse muy suave en ciudad (cosa que es de agradecer) informa bastante bien de lo que sucede bajo las ruedas.
El propulsor nos ha gustado por sus contenidos consumos tanto en ciudad, por la eficiente actuación del sistema Stop&Start, como una vez decidimos salir de la urbe. Lástima que su sonoridad al ralentí y en frio resulte tan incómoda como impropia en un vehículo de este nivel.
Cundo emprendemos la marcha es capaz de mover con solvencia al Nissan Pulsar, aunque a bajas vueltas se muestre algo remolón, por los desarrollos del cambio excesivamente largos, y tengamos que tirar de la caja de cambios para que responda con firmeza, una vez pasado el umbral de las 1.500 rpm parece cambiar de personalidad, estirando hasta más allá de las 4.000 rpm.
El cambio de marchas manual de 6 relaciones no puede ocultar tampoco, al igual que su motor, la herencia Renault, con un tacto correcto e inserciones suaves, aunque cuando le exigimos en carreteras de curvas nos gustaría que fuese un poco más preciso.
Los frenos, por su parte, también nos han gustado con un buen tacto tanto en frenadas desde alta velocidad como en una utilización intensiva en puertos de montaña, mostrando una más que aceptable resistencia a la fatiga.
¿Y todo esto en que se traduce?
Pues, en ciudad, resulta muy fácil y cómodo de llevar, sus dimensiones aun siendo de las mayores del segmento no impiden callejear con agrado y sólo un motor con pocos bajos nos hará revolucionar el motor más de lo deseable a la salida de los semáforos. Las maniobras de aparcamiento tampoco resultan engorrosas, aunque la reducida visibilidad hacia el ¾ trasero se compensa con la existencia de una cámara de visión trasera, disponible en el equipamiento probado.
En vías de varios carriles tiene una estabilidad direccional encomiable y un rodar fácil y preciso. Pese a la justa potencia de su propulsor es capaz de mantener cruceros al límite de la legalidad sin aparentes problemas o realizar adelantamientos rápidos y seguros y, además, no se filtran hacia los ocupantes ni excesivos ruidos aerodinámicos ni de rodadura, por lo que cualquier familia disfrutará a gusto de sus largos desplazamientos vacacionales.
Por último en carreteras de curvas no vamos a decir que tenga un comportamiento sobresaliente, pero sí al menos sigue con su tónica general de “hacerlo todo bien”: se sujeta sin excesivos balanceos de la carrocería, frena correctamente y su propulsor, si hacemos uso del cambio, nos deleitará con la potencia suficiente para no sufrir en estas circunstancias.
Veredicto de Coches.com
En cuanto recorremos los primeros metros a los mandos de este Nissan Pulsar nos daremos cuenta de que estamos ante la personificación del compacto generalista por antonomasia (que nadie se tome esto como un calificativo despectivo, antes al contrario).
Ofrece espacio de sobra para todos sus ocupantes, además de capacidad de almacenamiento. Sus motores, tanto diésel como gasolina, son frugales e impulsan a este modelo con suficiente vivacidad. Las suspensiones son cómodas pero permiten un uso más intenso del vehículo sin flaquear. Y, por si esto fuera poco, la buena aerodinámica y el aislamiento del vehículo proporcionan viajes cómodos sin molestos ruidos o vibraciones.
El Nissan Pulsar se establece como una excelente opción para las familias que necesiten un vehículo compacto donde llevar a los niños al colegio (con mucho sitio en las plazas posteriores para colocar las voluminosas sillas infantiles, gracias a los anclajes Isofix) o que incluso las personas más altas viajen con sobrada amplitud y no tengan que hacerlo con la cabeza encogida o adoptando posiciones inverosímiles al volante y un maletero consecuente para el uso que se le va a dar…
Por lo que respecta a los propulsores disponibles (aquí es cara o cruz, de momento) optaríamos por la versión diésel si se van a realizar muchos kilómetros al año, si no la variante de gasolina colmará igualmente nuestras expectativas, con un desembolso menor, pudiendo invertir la diferencia en adquirir una de las versiones más equipadas.
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