El Mercedes GLK ha muerto. Larga vida al Mercedes GLC. La segunda generación del modelo, además de un cambio de nomenclatura, siguiendo las nuevas denominaciones de la marca, supone todo un paso adelante en muchos frentes: diseño, técnico, mecánico… que vamos a analizar en detalle a partir de ahora. Las ventas comenzarán a finales de junio, si bien no habrá entregas hasta septiembre de 2015.
Lo más visible a primera vista es el diseño exterior. De la clásica silueta de todoterreno, muy cuadrada, se pasa ahora a unas líneas más redondeadas, más en la línea de los últimos lanzamientos de la marca.. que se apresura en la nota de prensa a destacar que eso no supone una merma de las excelentes capacidades 4×4.
La parte frontal es muy similar a la cada vez mayor familia SUV de la marca: voladizo corto y parrilla alta con lama doble y estrella central y unos faros llamativos (opcionalmente en técnica LED integral). Uno podrá elegir los paragolpes con protección de bajos integrada en tres variantes y habrá una variante optimizada para la conducción todoterreno con mayor ángulo de ataque y de salida, además de una versión AMG.
Lo que es innegable es que salta de categoría. Ahora mide 4,66 metros (12 cm más qeu el GLK), por lo que pasa a competir con los SUV medios de corte más premium: Audi A5, BMW X3, Lexus NX o Volvo XC60, por ejemplo. En la categoría de los SUV compactos se quedará el GLA y en la superior el nuevo Mercedes GLE… y el nuevo Clase G 2015, que se ha ganado por derecho propio mantener su denominación.
En la vista de perfil llama la atención la parte superior del habitáculo, que cae queriendo imitar a un coupé, cuando en el GLK imperaban las rectas por doquier. Los diseñadores han dado un par de líneas de expersión que le da más fuerza. Los protectores negros de guardabarros, las llantas de hasta 20 pulgadas y los estribos laterales opcionales revelan su espíritu todoterreno.
La zaga se distingue por los hombros anchos y musculosos y la horizontalidad de las líneas del contorno y de los faros LED divididos. Al igual que sucede en el frontal, también es posible elegir entre diferentes diseños para el paragolpes trasero.
Ojo al detalle: todas las antenas están integradas en los retrovisores exteriores y en el spoiler de techo.. por lo que no hace falta que nada sobresalga. Esto ha conseguido un coeficiente aerodinámico de 0,31 Cd (GLK 0,34) y la resistencia aerodinámica total de 0.794 (GLK 0,87), convirtiéndose en uno de los referentes de su segmento.
El amento de cotas exteriores (además de ser más largo, es también 5 cm más ancho), repercute en el interior. Es lógico, ya que el salto de categoría hacía imprescindible ganar habitabidad. Mercedes ha preparado esta tabla en la que se observa la ganancia de cotas (en mm) en el habitáculo:
GLK | GLC | ∆ | |
Desde el centro de la rueda delantera hasta el punto de referencia del asiento del conductor |
1.527 | 1.567 | +40 |
Distancia desde el punto de referencia del asiento del conductor hasta las plazas traseras |
808 | 846 | +38 |
Espacio para las piernas en las plazas traseras | 891 | 948 | +57 |
Anchura a la altura de los codos, delante | 1.442 | 1.449 | +57 |
Anchura a la altura de los codos, detrás | 1.440 | 1.474 | +34 |
Espacio para los hombros, delante | 1.401 | 1.455 | +54 |
Espacio para los hombros, detrás | 1.408 | 1.436 | +28 |
En el interior nos topamos con un ambiente moderno, que copia a grandes rasgos las soluciones del Clase C, con materiales de alta calidad y acabados y ajustes muy estudiados. Como es habitual, podrá optarse por variantes más deportivas o clásicas:
También gana mucho maletero, pues su capacidad aumenta hasta los 580 litros (el anterior GLK se quedaba en 450), que lo sitúa como uno de los referentes del segmento. Habrá más adelante una versión híbrida enchufable, el GLC e 4MATIC, cuyo maletero se ve muy penalizado por la presencia de las baterías y se queda en 350 litros.
La banqueta trasera está dividida en tres partes 40/20/40 y ofrece una posición de carga que aumenta la capacidad mediante el bloqueo de los respaldos en un ángulo más pronunciado. Cuando se abaten los asientos la capacidad llega a 1.600 litros, con una longitud máxima de 1.320 milímetros y 1.100 milímetros de anchura.
Gama de motores
De inicio la comercialización empezará con dos mecánicas diésel (170 y 204 CV) y una de gasolina (211 CV). Estas son sus principa
GLC 220 d 4MATIC | GLC 250 d 4MATIC | GLC 250 4MATIC | |
Potencia kW/CV | 125/170 | 150/204 | 155/211 |
Par motor máximo Nm | 400 | 500 | 350 |
Consumo l/100 km | 5,0-5,5 | 5,0-5,5 | 6,5-7,1 |
CO2 g/km | 129-143 | 129-143 | 152-166 |
0-100 km/h | 8,3 | 7,6 | 7,3 |
Vmáx km/h | 210 | 222 | 222 |
En Daimler presumen de la reducción de consumos y emisiones (de hasta el 19%). Se ha logrado por las mejoras mecánicas, por la aerodinçámica optimizada y porque, a pesar de que el coche es notablemente más grande, reduce su peso 80 kilogramos. El principal factor que contribuye a esta reducción es su nueva carrocería, 50 kilos más ligero que el del GLK gracias a una mezcla de aluminio y el acero de ultra alta resistencia.
Posteriormente se unirá a la gama el Mercedes GLC 350 e 4MATIC, la versión híbrida enchufable que combina un motor de gasolina de 211 CV y otro eléctrico de 116 CV, para un total de 327 CV. Su batería de iones de litio le garantiza poder circular en modo totalmente eléctrico 34 km hasta 140 km/h.
Las mecánicas vienen asociadas de serie al cambio 9G-TRONIC (salvo la híbrida enchufable, asociada al 7G TRONIC PLUS). En función del modo seleccionado, la transmisión automática con convertidor de par cuenta con una mayor agilidad o un comportamiento más confortable y ahorrador. Todas las versiones (al menos inicialmente) uentan con tracción permanente a las cuatro ruedas 4MATIC con reparto básico del par motor de 45 a 55 % entre el eje delantero y trasero. Quien desee una mayor capacidad offroad puede optar por el paquete técnico paquete Offroad. con hasta cinco programas adicionales para salir del asfalto con todas las garantías.
Fuente: Daimler
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